La transformación digital no es digitalizar la empresa

Todavía persiste la idea de que la transformación digital consiste en eliminar el papel incorporando tecnología. No más lejos de la realidad.

La transformación digital son todos aquellos cambios que requieren las organizaciones para adaptarse a un mercado que evoluciona a un ritmo acelerado y que cada vez irá cogiendo más velocidad resultado del uso de las tecnologías exponenciales, como son IA (inteligencia artificial), AR/VR (realidad aumentada y realidad virtual), vehículos autónomos, blockchain, data science, biotecnología, IoT, impresión 3D y la robótica. 

La transformación digital del mercado no exige el mismo tipo de transformación digital que en las empresas. No debemos limitarnos a “digitalizar” la empresa, sino que vamos a tener que evolucionar hacia organizaciones más rápidas y flexibles, y adoptar nuevos métodos de trabajo, estrategias y técnicas si queremos seguir siendo competitivos. Que el cliente sea un “heavy user” de las tecnologías no significa que nosotros debamos poner el foco únicamente en la tecnología.

Los principales bloques para conducir a tu empresa a transformarse digitalmente, son:

1. Front-End Digital: En este bloque incluimos todas aquellas plataformas y servicios que nos permiten interactuar con nuestros clientes. Sin duda debemos diseñar un buen mix de canales, disponer de una plataforma web, un sistema de ecommerce y algún sistema que nos permita conocer la percepción del mercado sobre nuestra marca. Para entender el concepto, imagínate que estamos en el teatro y queremos optimizar la interacción entre los actores y el público. En el Front-End sólo incluiremos aquellas herramientas y técnicas presentes delante del telón.
2. Back-End Digital: Detrás del telón es necesario incorporar tecnologías, métodos y estrategias que nos permita gestionar correctamente todo lo que ha ocurrido en el escenario. Incorporamos un CRM y un ERP, entre otros, además de utilizar herramientas de marketing digital en cloud e implementar una buena estrategia de segmentación de la base de datos. Sin olvidar la definición de los principales KPIs de la organización y su gestión a través de un dashboard de indicadores en tiempo real que podríamos implementar con software como Power BI de Microsoft.
3. Cultura Digital: En la cultura digital reside la diferencia entre implantar tecnología y utilizarla adecuadamente. La cultura digital es un cambio de mentalidad que pasa por que los empleados de una organización empleen la tecnología de forma natural para afrontar su trabajo de una forma más eficiente. Por ejemplo, un CRM no debe considerarse como un software que permita fiscalizar el trabajo de los empleados, sino más bien para ayudar a sus usuarios a ser más eficientes en su trabajo y mejorar la capacidad de generar inteligencia de mercado. Pero si no entendemos sus beneficios, nunca se incorporará a los hábitos del profesional. Si no nos sentimos cómodos utilizándolo, no lograremos que la información se registre adecuadamente, y tampoco conseguiremos aprovechar toda su capacidad.
4. Métodos de trabajo: Sin duda uno de los elementos que más nos puedes ayudar a acelerar nuestra adaptación al mercado. En organizaciones donde todavía sufrimos las bases de una estructura organizativa propia de la primera revolución industrial, va a ser necesario adoptar métodos más ágiles que nos permitan trabajar en equipo, de una forma más rápida y eficiente. Métodos como Business Model Canvas, Lean Startup o diseño de Experiencias de Cliente, son algunos de los métodos más utilizados por las empresas ágiles. Ayudan a las empresas a crear “fogatas” para diseñar y desarrollar proyectos más rápidos, más eficientes y explotando la inteligencia colectiva.
5. Innovación: Aunque los métodos que ya he mencionado ayudan en el proceso de creación de ideas, es importante que la empresa incorpore la innovación en el ADN de la organización. Innovar no debe ser algo “reactivo”, sino que debe ser una fórmula sistemática de la empresa para seguir siendo mejores y mantener un alto grado de competitividad.

En definitiva, la digitalización de la empresa no es el objetivo final de la transformación digital. La tecnología es una herramienta que nos puede ayudar a mejorar, pero nunca es el fin. La razón de la transformación digital de una empresa reside en la capacidad de adaptarnos a un mercado cada vez más digital que fuerza a las empresas a trabajar de forma diferente.

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