Empresas supervitaminadas con OKR

OKR es un marco de trabajo que engloba un conjunto de reglas y mejores prácticas para gestionar de manera más efectiva el sistema de objetivos en tu organización. A diferencia de sus predecesores (MBO, S.M.A.R.T., KPIs, BSC), OKR es una poderosa herramienta que combina estrategia y ejecución, enfocándose en el rendimiento en lugar de la simple actividad.

Para aquellos lectores que no estén familiarizados con el origen de las siglas OKR (Objetives and Key Results), en español se traducen como “Objetivos y Resultados Clave”. Los Objetivos definen qué quieres lograr, y los Resultados Clave determinan cómo alcanzarlos.

El objetivo principal de este post es enumerar los principales atributos que definen la esencia de este marco de trabajo, no enfocarse en definir cómo construir e implementar los OKR. El enfoque se centra en destacar y describir los atributos clave que hacen de los OKR una herramienta efectiva para la gestión de objetivos en una organización.

OKR: Los Objetivos define qué quieres alcanzar y los Resultados Clave, cómo hacerlo.

Atributos de la O: no es cuantificable y son fuente de inspiración.

Atributos del KR: son medibles, ambiciosos y buscan equilibrar la calidad y cantidad (cuando los resultados clave se centran en la producción o en el número de unidades, se debería subrayar la calidad del trabajo).

Marco de trabajo: OKR no es un método que debes seguir de forma purista, sino un conjunto de reglas y buenas prácticas que se adapta al entorno de trabajo y naturaleza del proyecto. 

Foco: OKR se centra en establecer objetivos claros y específicos que permiten dirigir la atención y los esfuerzos hacia lo más importante de la organización.

Alineación:  En el marco de los OKR, los objetivos se desglosan en cascada, lo que significa que los objetivos corporativos se dividen en objetivos de equipos y, a su vez, en objetivos individuales. La alineación se logra cuando todos estos niveles de objetivos están conectados y contribuyen directamente a los resultados finales de la organización. 

Transparencia: Los objetivos y resultados clave se hacen visibles para todos los miembros de la organización, lo que permite que todos estén al tanto de lo que se está trabajando y de los resultados esperados.

De abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo: Los OKR se definen de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo promoviendo la participación activa de todos los niveles de la organización, fomentando la negociación y alineación de esfuerzos.

OKRs trimestrales: Los OKR se definen por trimestre en lugar de ser anuales para fomentar un enfoque más ágil, permitir revisiones y ajustes frecuentes, facilitar el aprendizaje y la retroalimentación, y mantener la motivación y la atención en los objetivos clave.

La regla del 70%: La regla del 70% en OKR es una pauta utilizada para establecer un nivel de aspiración adecuado al definir los resultados clave en la metodología OKR. La idea es evitar establecer objetivos demasiado fáciles o demasiado difíciles.

Iniciativas: Para alcanzar los Resultados Clave se deben realizar tareas o actividades internas que pueden gestionarse en tableros visuales. Estas iniciativas podrían gestionarse siguiendo las reglas básicas de Scrum, otro marco de trabajo para gestionar proyectos.

Celebración de éxitos: La celebración es una práctica importante que tiene como objetivo reconocer los logros alcanzados por los equipos y los individuos en relación con los Resultados Clave (KR) establecidos fortaleciendo el sentido de logro, colaboración y motivación de la organización en general. 

De la acción de “trabajar” a “lograr”: Cuando se adopta OKR, se establecen objetivos claros y resultados clave medibles que se centran en los resultados y el impacto, más que en simplemente realizar tareas o cumplir con un horario de trabajo. Con OKR, no solo vas a “trabajar”, sino a “lograr” resultados impactantes.

Impacto en el clima laboral: La implementación de OKR puede impactar positivamente el clima laboral al proporcionar claridad, propósito, transparencia, feedback y reconocimiento. Al crear un entorno de trabajo donde los objetivos son claros, el progreso es visible y se valoran los logros, se fomenta un clima laboral positivo y productivo.

Empresa supervitaminada: Una empresa que gestiona objetivos OKR con éxito se caracteriza se caracteriza por una cultura de logro, altísima satisfacción, productividad y motivación.

¡Desata el poder de los OKR y alcanza el éxito empresarial! Este marco de trabajo revolucionario combina estrategia y ejecución, centrando la atención en el rendimiento y dejando atrás la simple actividad

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