Learning by Doing con algunas adaptaciones
Introducción al programa formativo
Jimmy Pons y yo hemos preparado un curso presencial de Transformación Digital para empresas del sector y hemos diseñado una metodología para maximizar la transferencia de conocimiento. No creemos en las metodologías demasiado rígidas ni en los centros o profesores que las siguen de forma más purista, así que solemos estudiar diferentes métodos, los combinamos y hacemos algunas adaptaciones para que se ajusten mejor a nuestro objetivo.
En este caso el reto es desarrollar un curso de transformación digital para un grupo de 25-30 profesionales en un aula física. Este tipo de cursos suelen ser complejos, sobre todo si entendemos que la transformación digital no es tanto un reto tecnológico, sino más bien cultural, de innovación y de aplicación de nuevas metodologías. Según las necesidades que nos expone el cliente, el participante debe finalizar el proceso de aprendizaje habiendo realizado algunos cambios en su empresa.
Con este objetivo vamos a implementar el método Learning by Doing que tiene su origen en escuelas de emprendimiento finlandesas y que consiste en “aprender haciendo”. Contrario a otros métodos de aprendizaje, el enfoque didáctico pone su foco en la actividad del alumno, mientras que el profesor desarrolla el rol de “facilitador”.
La enseñanza orientada a la acción divide las unidades didácticas en píldoras teóricas que se combinan con ejercicios prácticos. De esta forma el grado de atención es mucho mayor y se alienta al alumno a implementar los conceptos teóricos en ese mismo instante. Se podría decir que el aprendizaje se basa en el reto, donde el alumno se encuentra con desafíos continuos que debe ir resolviendo. Cada reto que el participante supera tiene su premio, y eso hace que el grado de motivación vaya en aumento.
Por lo tanto, las unidades didácticas son mucho más pequeñas (píldora de conocimiento) y se combinan con ejercicios prácticos. Esto también supone un reto para los facilitadores, que tienen que buscar la mejor fórmula para fragmentar las unidades de conocimiento en “micro unidades”. El participante recibe las nociones básicas para luego desarrollar el ejercicio, y según va encontrando obstáculos, el facilitador es el responsable de ayudarle a encontrar soluciones.
Según la temática, los ejercicios se desarrollan de forma individual o en equipo. Es interesante desarrollar dinámicas de equipo (grupos) con distintos perfiles para enriquecer el resultado de los ejercicios.
Píldora de conocimiento
Uno de los sistemas más conocidos para acelerar el aprendizaje consiste en fragmentar la información en elementos más sencillos. Al fragmentar la información podemos retener esa información durante más tiempo. A este método se le denomina “técnica de fragmentación” y lo aplicamos en desarrollo de los cursos.
Además de mejorar la capacidad de aprendizaje, también nos permite mejorar el ratio de retención en el desarrollo de cualquier materia. En lugar de realizar sesiones de teoría continua, fragmentamos las jornadas en unidades más cortas acompañadas de ejercicios prácticos continuos. Además de mejorar la atención del participante, conseguimos una mayor retención, ya que conseguimos replicar la satisfacción de haber finalizado una tarea y haber conseguido el objetivo.
En una sociedad multi-tasking con poca capacidad para realizar tareas continuadas, la fragmentación del contenido en pequeñas píldoras de conocimiento es clave para conseguir el éxito. Y cada píldora de conocimiento tiene como resultado un elemento tangible (entregable).
Transferir conocimiento trabajando sobre proyectos del participante
Los participantes del programa trabajan sobre proyectos propios de forma individual o en equipo. Aunque algunas tendencias metodológicas expresan la fórmula contraria (el participante debe trabajar sobre proyectos ajenos al suyo), nuestro objetivo es que las horas dedicadas en el programa tengan un beneficio directo sobre las empresas en las que trabajan. Por lo que no sólo están aprendiendo, sino que además están trabajando en beneficio de su organización.
La motivación se multiplica cuando el participante trabaja sobre algo que conoce y donde tiene un interés particular. Al acabar el programa cada participante consigue una serie de elementos tangibles, como es el diseño del modelo de negocio de su empresa, la implantación de un CRM, el desarrollo de una página web o la definición de la estrategia de marketing digital, entre otros. Estas jornadas presenciales vienen acompañadas de tutorías personalizadas para acabar de resolver cualquier duda que surge en la implantación de cualquiera de las estrategias, metodologías, aplicaciones o herramientas en su trabajo. Para el proyecto en cuestión hemos asignado 10h de tutorías por participante.
Condiciones físicas del aula y equipo
Las condiciones físicas del aula tienen que reunir una serie de requisitos para mejorar las dinámicas que se van desarrollando:
- La reverberación de la sala debe ser baja. El efecto de la reverberación se produce de forma más notable en los ejercicios en grupo, sobre todo en salas grandes y poco absorbentes.
Espacio en “U” que permita una buena visibilidad de las píldoras de conocimiento que ofrece el facilitador. - Pupitres individuales que permitan su agrupación en equipos de 4-5 personas. Este es el formato más adecuado para trabajar de forma colaborativa, facilitando la comunicación y el intercambio de ideas. Los grupos seguirán la organización del espacio en “U”.
- Acceso a Internet para los ejercicios de investigación y utilización de aplicaciones en cloud.
- Toma de electricidad para el uso de portátiles.
- Acceso a una pizarra
- Pantalla de alta resolución para proyectar el uso de aplicaciones en cloud.
- Capacidad para 6-7 grupos de 4 personas
Si consultas este post dentro de unos meses, conocerás los resultados de esta nueva metodología!
Etiqueta:learning, learningbydoing, píldora formativa