Las píldoras formativas y los micro cursos
La formación continua ya no es un lujo dirigido a aquellos profesionales que quieran poner al día sus competencias, incrementarlas o mejorarlas, sino que ya es una obligación. El ritmo y exigencia del mercado global han provocado que nos tengamos que preparar cada vez mejor si buscamos hacernos un hueco entre los millones de profesionales que compiten entre sí.
Si en tiempos de bonanza los títulos (educación reglada) eran un “plus”; hoy en día lo que marca la diferencia son las competencias y habilidades concretas que vamos adquiriendo a través de la formación continua. Los negocios exigen profesionales preparados, no para investigar y desarrollar grandes estudios, sino para “producir”. Y es por esta razón que el profesional se ve obligado a formarse continuamente.
La innovación, las técnicas creativas, el inbound marketing, el negocio conline, el trabajo colaborativo, las aplicaciones en cloud, son algunas de las competencias necesarias para el desarrollo de cualquier negocio. ¿Pero está el profesional de hoy preparado? ¿Son materias presentes en las carreras universitarias? Desde luego, son materias difíciles de encontrar en el mundo académico. Así que mantener nuestro espíritu formativo nos permitirá ir un paso por delante de la competencia.
En este sentido, las grandes empresas ya no son una garantía. Su falta de capacidad de reacción las hace más frágiles que nunca. Incluso una startup puede hacer tambalear el modelo de negocios de una empresa consolidada. Sólo las compañías y profesionales que se adapten rápidamente, que sepan identificar oportunidades donde las haya y reaccionar a tiempo para aprovecharlas, estarán preparadas para enfrentarse a una economía en constante cambio.
¿Y cómo podemos adquirir nuevas habilidades que nos ayuden a ser mejores profesionales o empresas?
Encontramos dos modalidades de formación continua:
- La formación continua presencial: masters, escuelas de idiomas, cursos… La oferta formativa en este sentido es muy amplia, aunque tiene alguna desventaja: coste y tiempo de los desplazamientos, dificultad para compatibilizar la agenda, duración de las sesiones y sobre todo la falta de personalización del programa formativo. Y además, muchas de las asignaturas que incorpora el programa formativo no se ajustan a tus necesidades.
- La formación continua online: cada vez más presente y con mayor aceptación, aunque la baja calidad de algunos programas formativos haya perjudicado la imagen de la formación online. El online resuelve los principales hándicaps de la formación presencial: no hay desplazamientos y permite compatibilizar la agenda de los alumnos, ya que ellos buscan el mejor momento para realizar las sesiones.
Hay mucha formación continua online que también se estructura en sesiones de larga duración o que tienen un programa formativo extenso, como por ejemplo los masters universitarios online. También nos tienen que sonar los Cursos online masivos y abiertos (MOOC), cuya filosofía es la liberación del conocimiento para que este llegue a un público mayor. Pero la “desatención” de este tipo de cursos se traduce en un ratio de abandonos muy alto.
Ahora bien, el online facilita la aparición de otras opciones interesantes como son las píldoras formativas o micro cursos. Cursos de corta duración que permiten poner en marcha en tiempo récord a un profesional o empresa en una temática muy concreta.
Hoy por hoy la dificultad está en encontrar plataformas de micro cursos que garanticen la calidad del contenido y de los expertos que participan, así como encontrar cursos especializados en la materia que interese.
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